Comunicaciones personales

sábado, 29 de septiembre de 2012

De parte de la mayoría silenciosa

Estimado Sr. Rajoy:

Le escribo de parte de la presunta mayoría silenciosa que dice que le apoya a ud. No es cierto. Yo no he bajado a las manifestaciones de Madrid porque tengo mucho trabajo y dos niños pequeños de los que cuidar, y sin abuelos. Cuando uno está en silencio simplemente no habla, así que no puede ud. saber lo que piensa. Ya sé que los votantes del PP no son amigos de ir a manifestaciones, pero no todos los que dejan de ir a manifestaciones son votantes del PP - aunque no se lo crea, pueden tener otros motivos. Por favor, no tome a su auditorio por tonto, y menos en declaraciones públicas desde el extranjero, hombre.

Atentamente,
J. Ignacio Gómez

sábado, 8 de septiembre de 2012

Ahora la culpable es la Merkel

Hace unos meses decía yo a un amigo que al principio los culpables de la crisis eran los inmigrantes, luego que los funcionarios, y que estábamos a la espera de quién sería después, distinto de los verdaderos responsables. Bueno, pues resulta que el culpable máximo ahora mismo no es un colectivo, sino una sola persona: ¡la Merkel! Claro, la cantidad de fondos y esfuerzo que ha dedicado Alemania a la construcción de la UE es irrelevante, porque todo el mundo sabe perfectamente que fue la Merkel quien construyó el aeropuerto de Ciudad Real, quien permitió los gastos de Dívar, quien diseñó nuestra ley electoral, quien fundó Lehman Brothers, quien permitió el préstamo hipotecario ilimitado... Vamos, hombre, no me jodas.

Lo que se reprocha a Alemania es que esté consiguiendo préstamos a menor interés que España, que es lo mismo que odiar al vecino porque encontró el mismo traje que el nuestro, más barato (cosa muy española, es cierto). Pero es que este reproche, además, esconde un concepto mucho más perverso que parece pasarse por alto: que el Estado no debería depender de créditos para los gastos corrientes, que es lo que significa "habrá dificultad para pagar los sueldos debido a la dificultad de encontrar financiación". Yo pedí un préstamo para pagar la casa o el coche, pero no para comprar comida, ropa ni pagar el teléfono o la electricidad.

Menos mal que vamos a adoptar el sistema de formación profesional alemán, o, lo que es prácticamente lo mismo, recuperar el sistema de apredices, que nunca se debió abandonar. Pero ésta es una noticia tan importante que merece una entrada aparte en un blog como este.