Comunicaciones personales

viernes, 4 de mayo de 2007

Nociones de ética práctica. Tó er mundo é bueno.

En eso de construir una ética laica todavía andamos a vueltas de las piedras fundacionales, esas bases evidentes y firmes sobre las que construir... en lo que a mí respecta, yo propondría estas dos:
1ª Todos nos consideramos a nosotros mismos buenas personas
2ª Siempre tenemos muy claro lo que deberían hacer los demás
Puede chocar un poco, pero el axioma 1º no admite refutación. De hecho, yo todavía no conozco ni un solo caso, ni personalmente ni por referencias, de nadie que haya dicho nunca "mire, es que yo he hecho esto porque soy mala persona". Además, en los momentos en que una persona se autoacusa de ser "malo", de haber "obrado mal", sin duda son situaciones extraordinarias causadas por algún estímulo agudo, no habitual, y se nos pasa muy pronto: ése es el caso de las confesiones católicas. Si no se nos pasa se habla claramente de problema mental: neurosis obsesiva. Así que se puede afirmar definitivamente que la situación mental habitual en que soportamos el 99.9 % de nuestra vida es la de pensar que somos buenas personas.Mantener esto como premisa para entender el criterio de actuación de la gente ayuda a explicar muchas cosas, empezando por aquellos malos actos que reconocemos. Cuando obramos mal, siempre encontramos rápidamente una justificación. Las más habituales son: "hice mal porque me obligaron las circunstancias", lo cual es un buen eximente, no lo voy a negar, el problema es que las circunstancias son como las bandadas de pájaros, que por muy densas que sean siempre dejan ver un resquicio de cielo: casi nunca existen circunstancias tan tupidas que no nos dejen alguna salida para aminorar el daño. Otra es "hice mal porque a mí me lo hicieron", un eximente que no tiene ningún sentido cuando lo pensamos bien, porque la mayoría de las veces agredimos a quienes podemos, no a quienes debemos: ¿qué culpa tiene nuestro hijo de que a nosotros nos pegaran? Por supuesto, como caso particular del anterior, podríamos admitir el eximente "le hice mal en venganza", pero desde hace mucho tiempo sabemos que la venganza no hace sino satisfacer nuestros bajos instintos y aunque es admisible no es lo más recomendable precisamente. Y eso que casi nunca es proporcionada, claro. Por fin, el eximente que más me impresiona de todos es "hice mal porque cualquier otro habría hecho lo mismo en mi lugar": lo cual supone que echamos automáticamente, previamente y sin ninguna causa la culpa a todo el resto de la humanidad de algo que el resto de la humanidad no nos obliga a hacer y que incluso ignora.Bien, pero mi propósito no es deslegitimar todos estos eximentes, sino explicar que los usamos para sostener el primer principio. Y funciona. Llevado al extremo, un corolario de este primer principio es "dado que yo soy bueno, TODO lo que hago es bueno. dado que tú eres malo, TODO lo que haces es malo (aunque hayas hecho exactamente lo mismo que yo). POR TANTO, TENGO DERECHO A CASTIGARTE CUANDO ME DE LA GANA". Resultado: Irak, Líbano... no, no es una tontería esto de lo que estamos hablando.En cuanto al 2º principio, hablaremos en otra ocasión.Saludos a todos, y feliz lectura.

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