Comunicaciones personales

martes, 1 de enero de 2008

Introducción Sinfónica

Tengo tanto que escribir, y tan poco tiempo... por eso aplica esta Introducción Sinfónica, de Bécquer, que tan bien expresa este sentimiento

http://www.magiayamor.com/maga/maga12.html

Saludos,

Nacho
E.J.P.V.

5 comentarios:

A las 12 de febrero de 2008, 8:36 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Por qué no le comenta nunca nadie?

 
A las 28 de febrero de 2008, 15:59 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

 
A las 22 de marzo de 2008, 3:12 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Normalmente no permito comentarios sin contenido ni de remitentes anónimos, pero este primero me ha hecho soltar tal carcajada que me ha merecido la pena publicarlo y responderlo. ¿Que por qué no me comenta nunca nadie? Bueno, no es exacto, porque algún comentario sí hay, pero aun así lo admito. No me comenta nadie entre otras cosas porque no me lee casi nadie, y la razón última de ello es algo que odia reconocer cualquier escritor: ¡porque lo que escribo no tiene suficiente interés! Podría tirar de típicas excusas (ejemplos: "malos tiempos para la lírica", "no tengo padrino ni dinero para publicidad", "el público no aprecia la buena escritura y está adocenado por la TV"...), pero en el fondo no hay excusa: el arte, cuando aflora, encuentra su público y su difusión sin necesidad de publicidad ni mercadotecnia.
Sin embargo, el no ser apenas leído tiene algunas ventajas. La primera de todas reside en el "casi" y el "apenas": estas dos palabras significan mis amigos, un puñado de gente que de verdad me aprecia y valora lo que hago. Tengo este poco público: el mejor. Brindo por todos ellos y ellos tiran de mí; de hecho fueron los que me dieron el último empujon para que me atreviese a publicar poesía, allá por mis 18 años.
Por otra parte, el no tener que estar pendiente de los comentarios de los demás (porque no existen) me permite una libertad creativa total: no tengo que enfrentarme al dilema de si adular o fustigar a mi público (que no tengo), de estar pendiente del qué dirán (no dirán nada de alguien que no saben que existe)...etc.

Con todo mi aprecio anónimo,

Nacho
E.J.P.V.

 
A las 22 de marzo de 2008, 3:13 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Normalmente no permito comentarios sin contenido ni de remitentes anónimos, pero este primero me ha hecho soltar tal carcajada que me ha merecido la pena publicarlo y responderlo. ¿Que por qué no me comenta nunca nadie? Bueno, no es exacto, porque algún comentario sí hay, pero aun así lo admito. No me comenta nadie entre otras cosas porque no me lee casi nadie, y la razón última de ello es algo que odia reconocer cualquier escritor: ¡porque lo que escribo no tiene suficiente interés! Podría tirar de típicas excusas (ejemplos: "malos tiempos para la lírica", "no tengo padrino ni dinero para publicidad", "el público no aprecia la buena escritura y está adocenado por la TV"...), pero en el fondo no hay excusa: el arte, cuando aflora, encuentra su público y su difusión sin necesidad de publicidad ni mercadotecnia.
Sin embargo, el no ser apenas leído tiene algunas ventajas. La primera de todas reside en el "casi" y el "apenas": estas dos palabras significan mis amigos, un puñado de gente que de verdad me aprecia y valora lo que hago. Tengo este poco público: el mejor. Brindo por todos ellos y ellos tiran de mí; de hecho fueron los que me dieron el último empujon para que me atreviese a publicar poesía, allá por mis 18 años.
Por otra parte, el no tener que estar pendiente de los comentarios de los demás (porque no existen) me permite una libertad creativa total: no tengo que enfrentarme al dilema de si adular o fustigar a mi público (que no tengo), de estar pendiente del qué dirán (no dirán nada de alguien que no saben que existe)...etc.

Con todo mi aprecio anónimo,

Nacho
E.J.P.V.

 
A las 27 de marzo de 2008, 0:17 , Anonymous Anónimo ha dicho...

No me lo puedo creer... Así que no habla con anónimos desconocidos... Pero bueno... ¿Es que usted nunca ha tenido sexo carroñero en el wc de una discoteca?... No sabe lo que se pierde: la libertad del anonimato es sublime.

Dice: "el arte, cuando aflora, encuentra su público y su difusión sin necesidad de publicidad ni mercadotecnia.". Qué gran verdad. Cuantas veces se confunde ser artista con vivir del arte, y cuantísimas con vivir del cuento.

Dice que no lo lee casi nadie, ya es afortunado, por lo del "casi", a mi no me lee nadie. Práctico el vicio de Onán delante de un folio. Mantenga con uñas y dientes a esos "casi", y dígales que le comenten, que no saben lo que ayuda...

Por cierto... ¿Me borró el comentario a propósito o fue un error? Barrunto que no admite palabras altisonantes, ni procacidades, ni soecidades varias... No sé... Una tanto aburrido quizás... No es para mi... A mi me gusta sudar, meter la pata hasta las corvas, mancharme las manos y no lavármelas... Me despido, tanta asepsis me da vaídos...

Posdata: si no quiere comentarios anónimos no los habilite en la configuración de su blog... ¿O es que sí que le gustan las relaciones esporádicas?... Maaaaloooo... Es usted maaaaloooo....

 

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