Comunicaciones personales

viernes, 13 de abril de 2007

I+D+I en España hoy

En cuanto a I+D+I (Investigación, Desarrollo e Innovación, lo que en inglés puede encontrarse como Research&Development, R&D) se vive un momento de efervescencia en estos momentos en España, merced a la inyección de dinero que se está realizando continuadamente desde la UE y más recientemente desde el propio Gobierno español.

¿Qué hacer con tanto dinero? en términos absolutos respecto a lo que teníamos visto, se entiende, porque en términos relativos seguimos muy lejos de EEUU o Japón. Alrededor de esto se están generando al menos estas paradojas y confusiones:

- Siendo escéptico, se puede pensar que el gobierno es un poco ingenuo si cree que lo único que hace falta es más dinero, o dicho de otra forma, que todo se solucionará aportando más dinero. Es una reiteración del tópico "hombre, como todo, metiendo gente y dinero, todo se consigue". Pues da la casualidad de que no. En I+D+I, conviene escoger muy cuidadosamente qué semilla emplear y luego buscar el suelo fértil antes de malgastarla. Cualquiera que haya pasado por la Universidad sabe que muchos, muchos proyectos de gran presupuesto pero de nula utilidad se están financiando y se están llevando a cabo con bombo y esplendor. En cuanto a empresas, las instituciones que conceden ayudas y subvenciones saben muy bien que la picaresca más evidente es intentar hacer pasar por I+D+I lo que en realidad es pura producción estándar: es decir, presentar como nuevo lo que ya hacían, mediante retórica en los informes técnicos justificativos. En fin, los que verdaderamente hacen I+D+I se puede decir que ya lo hacían (institutos biomédicos o empresas farmacéuticas, por ejemplo) pero no por las subvenciones, sino por el enorme valor añadido que esa actividad aporta a sus productos y por tanto el incremento en los beneficios que supone. Y un empuje a la estructura de generación de I+D+I no se consigue mediante una inyección de dinero a corto plazo. Como me preguntaba una amiga chilena hace poco, "Si pudieras anticiparte a los tiempos, respecto de qué temas bajo tu opinion de investigador se debería legislar en materia de ciencia y tecnología para tener soluciones futuristas? (en España)" Yo no dudé ni un segundo en contestarle: "Mejorar las condiciones de trabajo de los investigadores", que en la actualidad son tremendamente precarias con respecto a cualquier otra salida profesional para un titulado (y mira que hay salidas profesionales precarias en la actualidad para un titulado). Un buen equipo de investigación no se consigue sólo con dinero, sino además con tiempo e incentivos sociales.
- Una confusión muy común que hay que negar tajantemente es que los proyectos de I+D+I "pueden fracasar", así, sin más, echando por la borda toda la financiación gastada en ellos, puesto que "están sujetos a mayor incertidumbre" que otro tipo de proyectos. Esto no es verdad. No se debería emprender un proyecto de investigación si previamente no se tiene la certeza de que en algún grado el proyecto va a terminar en éxito. Un enorme error conceptual que yo he visto en la cabeza de jefes de proyectos es aceptar inmediatamente como enfoque rector "disparar tiros al aire, a ver qué pasa". Un cazador de aves tiene que apuntar; si no, no abatirá ninguna presa, sea grande o pequeña la bandada. En Estados Unidos, cuando se hace una Tesis Doctoral, el examen verdaderamente duro es aquel en el que el doctorando tiene que justificar que merece la pena (económicamente, socialmente) realizar la investigación, antes de comenzarla. Y si puede justificarlo adecuadamente, es porque sabe que no va a fracasar: que puede que al final sólo roce el ala del pájaro, pero que no va a disparar en sentido contrario. Otro vendrá después que lo remate. Como decía un ingeniero que me dio un curso a mí, "los alemanes no son más listos que nosotros, simplemente un ingeniero hace un vaso y el siguiente, irreversiblemente, lo mejora, y el siguiente, y el siguiente...". Una cosa muy distinta es pensar por qué, a pesar de un enfoque correcto y de un primer éxito, alentador, no se produce el éxito final buscado y por tanto el proyecto fracasa. Sólo entonces cabe buscar deficiencias en los recursos, pero en gran medida ni siquiera la cosa consistirá simplemente en dinero, sino mayormente en conocimiento, es decir, en número de personas y capacitación de las mismas, apoyadas por el instrumental que consideren adecuado. Como decía un amigo mío tras observar sus resultados químicos "hombre, pues claro que no lo he conseguido; si no lo ha conseguido un equipo completo de alemanes liderado por un premio Nobel y financiados por la Bayer, ¿cómo se puede esperar que lo logre yo solo, trabajando en la UCM?"
- Otra confusión muy corriente es pensar que los temas de I+D+I son cuestión de "idea feliz", y que depende exclusivamente de "mentes privilegiadas". Esto tampoco es cierto. Hay muy pocas invenciones geniales que además tengan una aplicación inmediata y generalizada, como lo fue la bombilla o la máquina de vapor. El 99% de los proyectos de I+D+I que tienen interés social o económico se basan en el gradualismo: lo que ya se sabía en el papel, o en pequeños ensayos pilotos, hay que llevarlo a producción y comercialización a gran escala. Se sabe que lo que se busca es una mejora significativa sobre lo existente, sea más grande o más pequeña. Y esto está dentro del alcance de una inteligencia normal y de unos medios convencionales siempre que el enfoque y la tenacidad estén. Además, sin los adecuados controles y cuarentenas, algunas invenciones geniales pueden resultar catastróficas, desde el DDT a la talidomida. Osea, no es de la escasez sino de la abundancia de invenciones de ideas convencionales provenientes de mentes convencionales de lo que se puede adolecer. Ah, y otra cosa es que muchos investigadores por el mero hecho de serlo se crean mentes privilegiadas, pobres de ellos, y de la gente que los soporta. Por cierto que una causa frecuente de fracaso de un proyecto de investigación llevado a cabo por gente normal es que... otro grupo de investigadores normales, simplemente, se adelanta y patenta antes. Esto es simple y nada glamouroso, ¿no?
- Una cuestión más es pensar que un investigador sólo, trabajando en su laboratorio secreto, puede conseguir un logro, pero esto no es cierto. Sólo un buen equipo, bien estructurado, cohesionado y trabajando a largo plazo consigue las cosas. En ese sentido, es acertado el enfoque de la UE hacia la creación de parques tecnológicos, para luchar contra la atomización del conocimiento: multitud de grupos trabajando en lo mismo, pero de espaldas unos a otros no es la mejor forma de aprovechar recursos precisamente.
En fin, de vuelta a la pregunta, ¿qué hacer con tanto dinero? Pues, claramente: gastarlo en gente que trabaje y en gente que piense qué proyectos emprender y cómo. En cuanto a medios materiales, ya se encargarán ellos de seleccionarlos y ordenar su compra. Los logros no llegarán en cuatro años, desafortunadamente, pero sin duda llegarán. En EEUU lo saben perfectamente desde los años 50 (ver historia de la Academia Nacional de Ciencias). Mientras tanto, tanto y tanto catedrático y gurú especulan y especulan acerca del culo y de las témporas, bailando con los grandes conceptos tales como "la ingeniería de valor", "la ingeniería concurrente", "la gestión del conocimiento", "la inteligencia competitiva", "las empresas spin-off"... cuando lo que hace falta es volver a un tema tan manido pero tan poco apreciado como la "gestión de los recursos humanos"...
Refs.:
Carson, Rachel, Silent Spring, Penguin, London, 1962
Kosko, Bart, El futuro borroso o el cielo en un chip, Crítica, Barcelona, 2000
Kosko, Bart, Pensamiento borroso, Crítica, Barcelona, 1995
Nasar, Silvia, Una mente prodigiosa, Mondadori, Barcelona, 2001

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